Se denomina Hormigón Armado al que contiene en su interior una armadura metálica y trabaja también a la flexión.
Comenzó a utilizarse a finales del s. XIX y se desarrolló a principios del s. XX.
Las barras de Acero se introducen en la pieza de Hormigón, en el borde que resiste las tracciones, y debido a la adherencia entre ambos materiales, las primeras resisten las tracciones y el segundo las compresiones. Esta adherencia mejora significativamente colocando barras corrugadas (con resaltos transversales).
La dosificación clásica para el Hormigón Armado, teniendo en cuenta la composición granulométrica corriente de los Áridos redondeados de río, es la siguiente:
Grava: 800 a 900 litros
Arena: 400 a 500 litros
Cemento: 300 a 350 Kg.
Agua: 200 litros
Fuente www.construmatica.com